Mis momentos favoritos de esta vida son dos y, sin lugar a dudas, no pueden ser otros dos más que los momentos en los que me quedo a solas ante el folio en blanco, esos momentos en los que parece que en el mundo solo existimos el folio, la pluma y yo, momentos en donde dejo revelar sin ningún tipo de “peros” a mi autentico “yo” apartándole de todo, sobre todo de cualquier miedo, duda, inseguridad o complejo. Y, los momentos en los que entro en una librería, llamadas para mí “los paraísos de los libros” porque es entrar en alguna de ellas e independientemente de como sean, ya sea la típica librería de toda la vida que todavía tenemos la suerte de poder encontrar alguna de ellas, aquellas que siguen manteniendo el encanto de antaño con su selo de madera gastado y marcado por las pisadas de la cantidad de personas que han ido pasando a lo largo de todos sus años, con sus estanterías de madera de roble, en donde a pesar de los pocos metros cuadrados que pueda abarcar, siempre acaba cayendo en tus manos algún ejemplar. O ya sean las enormes librerías que hay hoy en día convertidas en auténticos edificios de libros, librerías decoradas a cada cinco pasos que das con una isla repleta de libros, librerías forradas de estanterías que van desde el suelo hasta el techo con una infinita diversidad de libros a elegir para dejarte llevar al mundo que el escritor quiere llevarte con su historia, ¿os suena alguna? A mí, justo ahora en estos instantes en los que estoy escribiendo este blog para todos vosotros acaba de asomarse por mi memoria la librería que nos podemos encontrar en “Gran Vía” de Madrid.
Por eso, al leer vosotros el título del blog de hoy, “el arte de la literatura”, entenderéis a la perfección que este blog es uno de mis favoritos, puesto que todo lo que tiene que ver con la literatura, ya sea prosa, ya sea ensayo, ya sea poema, ya sea novela o de la forma que me venga, es una verdadera pasión para mí.
El arte de la literatura es el arte en el que muchos artistas lo han elegido como instrumento para expresar sus vivencias, sentimientos, creencias, ilusiones y un sinfín de motivos a mencionar ya que cada artista expresa con el arte lo que en ese momento el corazón, la imaginación, la razón o nuestro querido Dios le pide para que nosotros, los también apasionados por el arte, aunque sea de forma receptiva, podamos disfrutar, nos podamos emocionar o podamos reflexionar a la hora en que la obra de arte, como por ejemplo en este caso, una novela, un poema o un sencillo cuento, llega a nuestras manos.
Para ser exactos, el arte de la literatura, según sus definiciones es el arte de la expresión escrita o hablada y la teoría de la composición de las obras escritas en prosa o en verso. Eso sí, es así en cuanto a definición general, pero para mí solo es eso, una definición. Porque según mi percepción hacia dicho arte, la literatura es mucho más, no es simplemente una expresión o una teoría, sino que es un instrumento el cual Dios me ha puesto en mis manos para poder plasmar lo que muchas veces mi corazón no es capaz de sacar al mundo exterior, para poder transmitir lo que mis sentimientos en ese momento quieren decir en forma de verso y a modo de rima, puesto que mi galardón en el mundo de la literatura ya sea leída o escrita, se lo lleva la poesía.
Y, para terminar, solamente con este blog, creo que no cabe mencionar que cualquier arte, cualquiera, ya sea pintura, arquitectura, fotografía o como en este caso mencionado y hablado, literatura, no solamente debe estar hecha con el corazón, sino que debe de ir siempre acompañada de la oración y llevada por la mano del Señor.
Eva Sena,