Inmersa en las tantas de la mañana, en donde las pocas ganas de descansar desvelan esta tranquila y nada estrellada noche, decido ponerme a pensar en qué escribir para no perder ni abandonar la afición (llamada por unos cuantos) o el arte (llamado por otros tantos) que Dios me ha regalado. Y si os preguntáis como lo llamo yo, si afición o arte, yo lo llamo mi afición, mi hobby, mi sustento y mi todo… Ya sabréis bien los que hace tiempo que lleváis con nosotros que soy una apasionada del arte, concretamente de la literatura y muy pero que muy especialmente de la poesía.
Atrapada en mis tantas palabras secuestradas por mi timidez o por mí no sé qué, una vez más, me alío con el silencio que inunda la soledad y tranquilidad de esta noche y me enemisto, como siempre y como de costumbre, con el folio en blanco. Es ahí cuando enciendo mi flexo de la mesa de mi escritorio y dejo que sea la tinta quien en esta ocasión os hable de Santo Tomás de Aquino.
Muchos os preguntareis que porqué San Tomás de Aquino y no os voy a mentir… Por muy oído que tenía a este santo, nunca se me ocurrió ni leer ni indagar acerca de él hasta que un pasado día no muy lejano a éste, una persona muy querida por mí y con quien acostumbro a hablar de arte, me lo mencionó.
De buenas a primeras, lo primero que me vino a la cabeza, antes de indagar y leer sobre él fue: ¿Qué tendrá que ver San Tomas de Aquino con mi afición convertida en pasión, que no es otra más que el arte?
Pues ahí viene mi primer asombro. Una vez, haber leído algunas cosas sobre él, no muchas la verdad, pero las suficientes como para tenerlo en la lista de aspirante a mis santos preferidos, me he dado cuenta de que Santo Tomas de Aquino sí tiene que ver con mi afición, y mucho. Puesto que Santo Tomás de Aquino no sólo fue una de las grandes personalidades de la filosofía y de la teología; sin dejar de tener en cuenta que es Patrono de los estudiantes y como tal, gracias a él ha dado muchos frutos infinidad de artistas así como a escritores, arquitectos, etc… Santo Tomás de Aquino también posee un excelente interés en cuanto a las artes y así lo avalan los hechos por haber teorizado sobre la belleza en plena época del Gótico y por haber sido objeto de representación, desde la época bajomedieval hasta nuestros días, por parte de singulares artistas entre los que destacan Filipino Lippi, Fra. Angelico y Velázquez entre otros…
¿Vamos con mi segundo asombro…? En cuanto leí que le avalaban tanto el hecho por teorizar la belleza como por haber sido objeto de representación de diversos e importantísimos artistas, a mi curiosidad le fue incapaz de dar pie al desinterés y continué indagando más sobre él. Aquí es cuando os cuento mi segundo asombro y es que… os lo diría con mis palabras pero me parecen tan increíblemente perfectas, subliminales y excelentes las palabras que utiliza Santo Tomas de Aquino para expresar su significado y sentido en torno a la belleza que prefiero compartirlas con vosotros tal cual lo menciona él: “Bellas son las cosas que agradan a la vista” afirmando que bellas son aquellas cosas cuya percepción, en su misma contemplación, complace, que es “lo que está en relación con la vista, como sentido más perfecto que sustituye al lenguaje de todos los sentidos”.
Y a lo mismo, ahora viene cuando os preguntáis: ¿y el tercer asombro? A decir verdad, os podría hablar de mi tercer asombro, del cuarto, del quinto y más… puesto que el leer acerca de este santo, en mí, entre muchas sensaciones la sensación principal que ha causado y que causa a medida que leo y aprendo de él es asombro tras asombro. Porque lo que no deja de ser sorprenderme también, es en lo primero que leí de él, que
Pero, lo que, si os voy a compartir para terminar, pero solo por hoy y con este blog, puesto que expresaros todos mis asombros sería un sin parar de folios y folios escritos, son las afirmaciones de filósofos y artistas que han escrito sobre la belleza. Afirmaciones que son las que me han llevado a raíz de leer sobre el santo de hoy, el cual es, Santo Tomás de Aquino. Como por ejemplo una de las numerosas frases célebres de Leonardo en donde afirmó “La belleza perece en la vida, pero es inmortal en el arte. O, como, por ejemplo, la frase que dejó escrita Unamuno “Belleza, ¡sí belleza! Pero la belleza no es eso, no es la del arte por el arte, no es la de los esteticistas. Belleza como contemplación no nos hace mejores, no es tal la belleza”.
Eva Sena,